¿Qué pasa con los negocios que fracasan? En esta charla práctica, la autora y emprendedora Leticia Gasca llama a todos los emprendedores a compartir sus historias de los proyectos que no funcionaron. Para mejorar el desarrollo de los negocios, propone que reemplacemos la moda de «fracasar rápido» por la nueva idea de «fracasar conscientemente». Tomado de ted.com
Leticia Gasca empieza la TED Talk haciendo un recorrido histórico sobre la forma en la que en la antigüedad eran castigados los empresarios “fracasados”. Aunque ya no existan estas prácticas, es muy raro que la gente exitosa hablen tan detalladamente de aquellos proyectos que no resultaron. Luego, prosigue a contar sobre aquella vez que tuvo que desistir de un negocio de artesanías que le hacía mucha ilusión, porque al final se la pasaron esperando que un cliente milagroso apareciera a salvarlos de la bancarrota.
Luego de ocultar y no mencionar nunca por años lo que le pasó, un día Leticia se animó a contarlo con otros amigos. De esa experiencia, sacó dos conclusiones: primero, que se junta con puros fracasados. Segundo, que compartir estas experiencias con otros te hace más fuerte, y expresar tanta vulnerabilidad te permite conectar de una manera más profunda y auténtica. Esto la animó a crear Fuckup Nights, una serie de eventos donde se comparten historias de fracasos, y el Failure Institute, un centro de investigación que estudia las causas y consecuencias del fracaso en personas, empresas y la sociedad. En este último descubrió que hay diferentes reacciones ante la derrota, dependiendo del género o cultura del país de procedencia. A eso se le añade que a veces hay leyes que terminan de desincentivar la innovación en los ciudadanos.
Finalmente, Leticia propone un nuevo mantra para vivir: fracasar conscientemente, o fail mindfully. Vivir con atención plena todo el proceso que significa cerrar un negocio y ser conscientes de las lecciones aprendidas. A contrario de la filosofía bastante expandida por los empresarios de Silicon Valley, fracasa rápido o fail fast. Esto no solo puede incentivar la mediocridad en el trabajo, sino que arrebata de toda sensibilidad el impacto negativo que trae el cerrar un negocio. Las empresas no aparecen y desaparecen de la nada, son conformadas por seres humanos que a veces solo dependen del salario que les proveía dicho proyecto.